
Una de las más singulares piezas de mi colección de los años 60 o 70 es esta curiosa nave de agua a vapor, con tan sólo poner alcohol de quemar en su resipiente la dejas navegar en el agua y esperas a que ella haga lo suyo, pow! pow! pow! pow! pow! pow! pow! pow!

Es una pieza única la cual tuve suerte en agregar a mi preciada colección de joyas de una bella época.

Una bella pieza industrial con un consepto de ingeniería eficaz.


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